De los 0 a 3 años juego y movimiento están muy relacionados. En estas primeras edades, el desarrollo psicomotor grueso (desplazarse, saltar, correr, etc.) y fino (manipulación) cobran mucha importancia.
– Alrededor de los 3 años, el hito más importante en el desarrollo del niño es el surgimiento de la capacidad de simbolización (hacer que una cosa sea otra diferente a lo que es en la realidad; por ejemplo, hacer que un simple palo sea un peine, o un avión que vuela, un micrófono para cantar, una cucharita para darle de comer a la muñeca, etc.). Junto al juego simbólico aparece una poderosa herramienta de expresión de los propios intereses y de la forma personal de interpretar las cosas: el lenguaje oral.
Las acciones del juego en estas edades son repetitivas. Es un juego sin finalidad determinada que se repite de una forma monótona una y otra vez.
– De los 3 a los 6 años el juego sigue siendo movimiento sin perjuicio de la comunicación y la representación. Es en este momento en el que los juegos de casitas, papás y mamás, de médicos, etc., sirven para que los niños/as puedan entender el mundo adulto y sus relaciones entre ellos, con los niños/as y con el medio.
En este momento las acciones del juego son un reflejo de las acciones que el niño observa en su vida cotidiana y real.
– A partir de los 6 años, el juego como actividad física pasa a ser la práctica de algún deporte en el que tendrá que cumplir unas normas y reglas. Aparecen en estas edades los aspectos morales dentro del juego, que tendrán un papel muy importante en esta etapa del desarrollo (los juegos de mesa colectivos son un claro ejemplo de ello). Es aquí y ahora cuando se aprende a competir y a cooperar, a sentir el éxito y el fracaso. El juego es más social que nunca.
Las acciones en el juego se hacen más sofisticadas. Se asumen papeles no reales, no vividos por el niño en primera persona. También papeles imposibles, imaginarios y fantásticos. Las acciones cobran una variedad infinita.
A esta edad, de los 6 a los 12 años, es muy importante iniciar al niño en el amor por la lectura. Un buen libro puede ser un excelente juguete. Desde hace unos años también a esta edad, los niños se inician en el manejo de las nuevas tecnologías.
En la actualidad la oferta de juegos electrónicos es infinita. Ofrece todo tipo de posibilidades positivas para el buen desarrollo cognitivo-conceptual de los niños (juegos de memoria, de atención, de percepción, de lenguaje, etc.). Es esencial el buen uso de ellas.